por Consuelo Ramírez.
FAMILIAR.
TERAPIA
por Consuelo Ramírez.
FAMILIAR.
TERAPIA
La terapia familiar es un proceso poderoso para abordar y resolver temas que afectan al sistema familiar, y con ello, a cada uno de los individuos que pertenecen a ese sistema, ya que con el tiempo, se van formando guardando huellas profundas que más adelante si no se arreglan, podrán ser proyectadas al trabajo o a personas que no causaron estas heridas.
La terapia familiar puede ser muy útil cuando el bienestar del grupo es alterado. Suelen necesitarse cuando:
Hay problemas de comunicación: estos problemas de comunicación comienzan con malentendidos, provocando conflictos y discusiones entre dos o más miembros de la familia.
Hay conflictos familiares: resentimientos persistentes entre dos o más miembros de la familia que no pueden resolverse de manera asertiva. Y por el contrario, van aumentando dichos resentimientos.
Hay cambios y crisis importantes: eventos significativos de cambio en la familia como una separación o divorcio, la muerte de un familiar, ser querido o cercano a la familia, o cualquier cambio importante en la estructura familiar. Las mudanzas, cambios de trabajo de los pilares de la casa, nacimientos de un nuevo integrante, adopciones, etc. es importante un reacomodo emocional de cada uno de los individuos.
Hay problemas de comportamiento en niños y adolescentes: generalmente, los niños y adolescentes, cuando tienen una conducta disfuncional, tiene que ver con una llamada de atención a los padres. Habrá que valorar la calidad de la relación y tiempo que los padres le dedican a los hijos. Estas etapas es cuando más necesita un individuo a sus padres.
Enfermedades mentales, físicas o abuso en sustancias de un miembro de la familia: este hecho afecta el comportamiento de la dinámica familiar. Habrá que valorarse y ver cómo están atendidas las necesidades de cada miembro del grupo, llegando a profundas reflexiones y compromisos.
Problemas relacionados con la pareja: este tema afecta a toda la familia. Recordemos que lo que no se habla, se actúa. La energía colectiva siente en un punto todo tipo de conflictos de la pareja, ya sea una mala comunicación, conflictos recurrentes, intolerancia a alguna actitud del otro, hasta infidelidades por alguno de los integrantes de la pareja. En este punto, los hijos introyectan a sus padres como el modelo que aprenden de pareja, y por lo general, se vincularán desde este modelo cuando llegue el momento. Por ello, debemos ser impecables en el modelo que queremos que ellos aprendan.
Conflictos intergeneracionales: disputas y tensiones dentro de la familia entre padres y abuelos o hijos; temas de herencias, exclusión de alguien de la familia.
Problemas de adaptación y ajuste: familias mezcladas o reconstituidas o la llegada de nuevos miembros de la familia.
Las señales que indican que hay una necesidad imperiosa de una terapia familiar es cuando:
Hay un deterioro en las relaciones entre miembros de familia que persistieron y se agrava con el tiempo.
Cuando hay un ambiente de estrés constante, que provocan ansiedad o exclusiones en la familia.
Problemas recurrentes no resueltos: alguien se esfuerza por solucionarlos y a pesar de todo, nadie coopera.
Aislamiento o evitación: miembros de la familia que tienden a aislarse y evitan el contacto y la interacción con las demás personas de la familia.
Impacto en el desempeño: problemas familiares que afectan el desempeño escolar o laboral de uno o varios miembros de la familia.
Conductas autodestructivas: conductas peligrosas de uno o más miembros de la familia como: alcoholismo, drogadicción, autolesiones, etc. incluso cuando se llega a perpetrar un suicidio.
La familia es un sistema interconectado donde deben de analizarse las interacciones, patrones de conducta, dinámicas, sistema de pensamientos, creencias y valores del grupo. Podríamos decir que la familia es idealmente “un grupo de individuos conviviendo en armonía, donde cada quien es su propio ser, y donde idealmente cada uno se quiere, se apoya, se comprende y respeta, se admira, se reconoce, y aprenden unos de otros el complejo pero fascinante arte de vivir” (ARS).
Entonces, si esta definición de familia no está operando en un sistema, es probable que la familia tenga temas por comprender y resolver.
Desde la visión de la terapia sistémica familiar, o constelaciones familiares, como también se conoce, muchos de los temas familiares, están influenciadas por dinámicas familiares inconscientes a lo largo de generaciones como sistemas de creencias, por ejemplo.
Una terapia familiar lo que busca es identificar y resolver conflictos, dándole técnicas donde la comunicación mejore y sea asertiva, fortaleciendo los vínculos, buscando estrategias para que cada uno de los miembros de la familia puedan comprenderse en lugar de juzgarse, puedan apoyarse mutuamente, y tengan nuevas herramientas para los cambios significativos que en la familia ocurre naturalmente, además de nuevas conductas asertivas para el manejo de crisis, recurriendo a la autoobservación, la toma de responsabilidades y la elaboración de compromisos, promoviendo un ambiente más saludable y funcional para todos y cada uno de los individuos que pertenecen a ese sistema familiar.
Siguiendo los principios básicos que propone Bert Hellinger, creador de las constelaciones familiares, podemos encontrar una guía amorosa para llevar a nuestra familia en un sano equilibrio:
El campo familiar: la familia vista como un sistema interconectado, existe un campo energético que cada uno de sus miembros capta, introyecta y proyecta en su vida.
Órdenes del amor: creamos familias por un anhelo amoroso, por lo cual Hellinger dice que el primer orden del amor es la pertenencia. Todo ser que llega, pertenece al sistema, por lo tanto, criticar o juzgar, es lo mismo que excluir. Amarrando el punto de arriba, el campo, todo miembro de la familia captará el juicio hacia alguien, y si no se habla y se ordena, otro miembro, por amor, presentará un síntoma para que el excluido sea mirado e incluido.
Otro orden del amor es la jerarquía: tiene más derecho, el que llega primero sobre el que llega después. La pareja se elige, por lo cual son iguales en derecho y tiempo; y cada hijo tiene su número y un rol en la familia. Por lo que los antepasados también deben de honrarse, así como los que no llegaron a nacer.
El tercer orden del amor es el equilibrio entre el dar y tomar: se refiere a la necesidad de mantener un equilibrio en las relaciones, especialmente en las relaciones familiares y sobre todo de pareja, para que estas sean saludables y funcionales.
Concepto del Equilibrio entre el Dar y el Tomar:
Reciprocidad:
En las relaciones humanas, especialmente en las relaciones cercanas, existe una expectativa implícita de reciprocidad. Cada persona da y recibe, y para que la relación se mantenga equilibrada y saludable, debe haber un intercambio equilibrado. Si una persona da mucho más de lo que recibe, puede sentirse explotada, utilizada, resentida o agotada. Por otro lado, si una persona recibe mucho más de lo que da, puede sentir culpa, deuda o dependencia, lo cual nada de esto es sano ni funcional.
Compensación:
Para mantener el equilibrio, es importante que las personas encuentren formas de compensar lo que han recibido. Esto no significa necesariamente que el intercambio sea exacto o inmediato, pero sí que haya un reconocimiento y un esfuerzo por mantener la equidad, y sobre todo agradecimiento.
Las relaciones Padres-Hijos:
En la relación entre padres e hijos, el equilibrio es diferente. Los padres generalmente dan más, especialmente durante la crianza. Los hijos no pueden devolver a sus padres en la misma medida, pero pueden equilibrar el tomar, cuidando de sus propios hijos o contribuyendo a la familia de otras maneras, y realizándose con su propia vida, es el mejor regalo que un padre puede recibir.
Entre Hermanos:
Si un hermano ha proporcionado apoyo financiero a otro, el equilibrio podría restaurarse si el hermano receptor ofrece ayuda en otras áreas, como apoyo emocional o cuidado en tiempos de necesidad.
En el Trabajo:
Si un colega ha ayudado a otro con un proyecto importante, el equilibrio se mantiene si el ayudado luego ofrece su asistencia en futuros proyectos.
Importancia del Equilibrio en el Contexto Terapéutico.
Sanación de Relaciones:
Restablecer el equilibrio entre el dar y el tomar puede sanar relaciones dañadas y mejorar la dinámica familiar.
Autoconciencia:
Ayuda a los individuos a ser más conscientes de sus propios patrones de dar y recibir y a hacer ajustes para mejorar sus relaciones.
Liberación de Cargas Emocionales:
Al reconocer y restablecer este equilibrio, las personas pueden liberarse de sentimientos de culpa, resentimiento o deuda.
En resumen, el equilibrio entre el dar y el tomar es un principio central en las familias que destaca la importancia de la reciprocidad y la compensación en las relaciones. Mantener este equilibrio es esencial para la salud y la funcionalidad de las relaciones humanas, y trabajar en él puede ser una herramienta poderosa para la sanación y el bienestar emocional.
Es importante verificar que una persona que acompañe a una familia en un proceso de acompañamiento terapéutico, tenga el conocimiento y la empatía adecuada. El proceso más recomendado es:
Evaluación inicial: el terapeuta y la familia se reúne para hablar sobre la dinámica familiar, los problemas y problemáticas existentes, así como los objetivos de la terapia.
Historia familiar: se recopila información sobre la historia familiar, los vínculos entre cada uno, y cualquier evento significativo que haya en la familia.
Se desarrolla un plan, estableciéndose metas claras y alcanzables. Se recomienda la frecuencia de las terapias tanto individuales, como de pareja, como de familia, fomentando la participación activa de todos los integrantes, dejando ejercicios y tareas para ir aprendiendo nuevas habilidades de comunicación y dinámicas.
Se abordan temas de conflictos de manera constructiva, y se va analizando el progreso de cada uno de los miembros, así como la interacción grupal. Estableciendo nuevos ajustes a abordar y elaborar en la dinámica familiar, hasta que se cierra la terapia, cuando se han alcanzado los objetivos. Se puede dar un acompañamiento mensual y luego trimestral, para asegurarse que los cambios positivos se lleven en el tiempo si así lo requiere el grupo.
Espero este artículo te inspire a ser más asertivo con tus relaciones y dinámicas familiares, ya que del orden y el amor en la familia, depende el orden, la paz y el amor en el mundo entero.